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Desde el cambio de nombre de Facebook a Meta, ha habido un aumento en las compañías tecnológicas que exploran y desarrollan servicios relacionados con el metaverso. Así como «la nube» se convirtió en la jerga para la computación basada en la red allá por 2006, cuando el CEO de Google en ese momento, Eric Schmidt, presentó el término en una conferencia, las búsquedas sobre el metaverso aumentaron de un índice de interés de 4 a 100 en octubre de 2021 después del anuncio de Facebook (Meta).
BlackRock Inc., un destacado gestor de activos, ha respaldado abiertamente la idea de invertir en este sector dinámico y de rápida evolución. Los retornos potenciales para los inversionistas parecen prometedores, ya que solo nos encontramos en las etapas iniciales de este sector y quedan muchas oportunidades por descubrir y aprovechar.
El objetivo de este artículo es dar una idea de qué es el metaverso, cómo se percibe y cómo podría convertirse en algo más que una mera versión de la realidad virtual en el futuro.
La palabra metaverso fue introducida por primera vez por el popular autor de ciencia ficción Neal Stephenson en su novela Snow Crash de 1992, que fue nominada a dos premios, el prestigioso Premio Británico de Ciencia Ficción y el Premio Arthur C. Clarke.
En la novela, la gente tiene un avatar que utiliza para interactuar con un mundo virtual en el que muchos prefieren habitar, para escapar de una realidad distópica. Para aquellos que han leído la novela y juegan a videojuegos, el «mundo» tal como se presenta en Snow Crash puede parecerse mucho a los mundos de realidad virtual y extendida a los que están acostumbrados en los juegos multijugador, que actualmente brindan la sensación más cercana a una experiencia en el metaverso.
Esencialmente, el metaverso es un concepto de un universo en 3D en línea que puede combinar múltiples y diferentes espacios virtuales, conectando varios aspectos de nuestra vida cotidiana. Puede pensar en ello como una iteración futura y más amplia de Internet que eventualmente permitirá a los usuarios reunirse, trabajar, socializar, jugar e interactuar en espacios 3D. Tal como lo hacemos hoy en día, usando Internet, donde bajo un mismo navegador abrimos diferentes sitios web. En el metaverso tendremos la oportunidad de realizar casi todos los actos de la vida.
La diferencia es que el objetivo del metaverso es estar impulsado por una realidad aumentada, con cada usuario controlando un personaje o avatar, como en Snow Crash. Por ejemplo, después de participar en una reunión utilizando un servicio de videoconferencia basado en la nube, puede optar por relajarse jugando a un juego basado en blockchain y luego gestionar su cartera de criptomonedas y sus finanzas mientras está sentado junto a un amigo suyo ubicado a kilómetros de distancia, y todo esto se puede hacer en la comodidad de su propio espacio dentro del metaverso. Aunque pueda parecer lo que ofrece ahora la tecnología existente, la diferencia radica en el uso de la realidad aumentada. Esta tecnología superpone imágenes generadas por computadora (CGI) integradas en la visión del mundo real del usuario. A diferencia de la realidad virtual, donde todo lo que ve un usuario es generado por una computadora, la realidad aumentada mantiene intacto el entorno del plano del mundo real, pero incorpora elementos que no están físicamente allí, para mejorar la experiencia del usuario.
La visión de Meta del metaverso es aún más cautivadora. Según el punto de vista de Meta, el metaverso es una perfecta integración del mundo real con el mundo digital. En un verdadero metaverso, las personas no están «entrando y saliendo» de la realidad virtual; todo se integra perfectamente: desde pagos y videos hasta ver versiones holográficas de amigos. La gente puede crear mundos y entornos en 3D que se pueden integrar perfectamente con los entornos de otros creadores, sin poder distinguir entre dentro y fuera de Internet, entre «ficción» y “realidad”.
Es importante comprender que, según la percepción de Meta, el metaverso no pretende ser una realidad virtual (mirando a través de gafas de realidad virtual). Su intención es crear una inmersión completa.
La interacción debe resultar completamente natural. Si alguien creara un modelo en 3D de «King Kong» en Times Square, mientras está conectado al metaverso y suscrito a las actualizaciones de ese creador, debería poder percibir ese «King Kong» como si estuviera mirando su propio brazo.
Emocionante y aterrador al mismo tiempo, ¿verdad?
La tecnología para hacer que esto suceda a veces todavía está retrasada. Tomemos como ejemplo la tecnología de los hologramas, que está en continua evolución. Al menos lo es para el tipo de hologramas necesarios para crear un verdadero metaverso: completamente inmersivo, fluido y con formas 3D en movimiento.
El ecosistema y la infraestructura son esenciales y, de hecho, están más al alcance hoy que en 1992. El Internet de las cosas (IoT), donde los objetos físicos, o «cosas», están integrados con sensores, software y otras tecnologías para conectarse e intercambiar datos con otros dispositivos y sistemas a través de Internet se ha convertido cada vez más en la norma y no en la excepción en muchas partes del mundo. Hoy en día, hay más de 10 mil millones de dispositivos IoT conectados, una cifra que se espera que crezca, según la compañía líder Oracle. Sin embargo, todavía queda una cantidad considerable de trabajo por hacer para lograr un metaverso en pleno funcionamiento.
Meta marcó el comienzo para la creación de un metaverso unificado. Mark Zuckerberg basa su visión y oferta en el bien común de las sociedades y en apoyar el trabajo remoto para la gente en países en desarrollo mientras mejora las oportunidades financieras para ellos. Facebook tiene la base para lograrlo esto al poner sobre la mesa la propiedad de las redes sociales, las comunicaciones y las plataformas cripto (estaban listos para anunciar su propia stablecoin, Diem, que ha sido cancelada por el momento). Otros gigantes tecnológicos como Microsoft, Apple y Google están también apuntando al mercado del metaverso.
Cuando se trata de criptomonedas y metaverso, una mayor integración entre los mercados NFT y los universos virtuales en 3D parece ser el siguiente paso. Los poseedores de NFT ya venden sus productos en mercados como OpenSea, pero no existe una plataforma 3D. Podemos esperar que las compañías de tecnología blockchain (aparte de los grandes gigantes tecnológicos) ingresen al mercado desarrollando aplicaciones similares al metaverso, con el objetivo de quedarse con una porción del pastel.
Si bien un metaverso único, interconectado, homogéneo y global aún puede estar en un futuro lejano, podemos ver avances hacia su creación. Aún es incierto si alguna vez realmente nos sumergiremos completamente en él. Mientras tanto, proyectos similares al metaverso están presentándose constantemente, integrando más la tecnología blockchain en nuestra vida diaria. Ahora que el metaverso ha crecido hasta convertirse en la palabra de moda empresarial del día, los inversionistas están vigilando de cerca los avances, identificando a aquellos que han adoptado la tendencia pronto y a los que han estado involucrados desde el principio, mucho antes del anuncio de Meta. Aquellas compañías que tienen un historial demostrado de capacidad técnica y visión orientada al negocio son las compañías que los inversionistas seguirán más de cerca y en las que invertirán antes de que sus precios se disparen.
Participar en el desarrollo del concepto del metaverso no se limita a comprar productos de compañías destacadas en este mercado. También puede participar negociando CFD sobre acciones de estas compañías con nosotros. Al visitar la página de trading de acciones en FXGT.com, puede explorar una gran variedad de compañías, spreads, apalancamiento y más. ¡Sumérjase en el metaverso hoy y manténgase a la vanguardia abriendo una cuenta ahora!