Las elecciones presidenciales de 2024 en Estados Unidos son un momento crítico en la historia de la nación, ya que enfrenta desafíos que vienen de largo y otros emergentes. En los últimos 15 años, la economía estadounidense ha demostrado su fortaleza, sorteando crisis como la financiera de 2008 y la disrupción generalizada causada por la pandemia de COVID-19. Hoy, la economía más grande del mundo, con un PIB de 27,36 billones de dólares en 2023, Estados Unidos ha agregado millones de empleos y ha mantenido un crecimiento constante, con un desempleo que se ha estabilizado en torno al 4 %. Sin embargo, detrás de estos logros hay problemas importantes como la desigualdad de ingresos, la inflación y la profundización de las divisiones políticas.
Mientras los estadounidenses se preparan para emitir sus votos, se enfrentan a dos visiones muy diferentes para el futuro. El resultado de estas elecciones tiene el potencial de transformar el tejido económico, social y político del país en los próximos años. Este artículo analiza en profundidad los debates clave, los próximos eventos y los posibles efectos de las políticas de cada candidato y ofrece una mirada profunda sobre cómo su liderazgo podría dar forma al futuro del país.
Entendiendo el Colegio Electoral y el camino a la Casa Blanca
En Estados Unidos, el presidente es elegido a través de un proceso conocido como Colegio Electoral, un sistema único diseñado por los fundadores de la nación «para equilibrar la influencia de los estados más poblados y menos poblados».
Primero, los votantes de cada estado emiten su voto en unas elecciones generales, que normalmente se celebran el primer martes de noviembre cada cuatro años. Aunque estos votos son importantes, no eligen directamente al presidente. En cambio, los votantes eligen a un grupo de electores (miembros del Colegio Electoral) que se han comprometido a apoyar a un candidato en concreto. La cantidad de electores que recibe cada estado es igual a la cantidad total de senadores y representantes en el Congreso.
Hay 538 electores en total y un candidato necesita una mayoría (270 votos electorales) para ganar la presidencia. La mayoría de los estados tienen un sistema de «el ganador se lleva todo», lo que significa que el candidato que recibe la mayor cantidad de votos en un estado recibe todos los votos electorales de ese estado. Dos estados, Maine y Nebraska, asignan sus electores de manera proporcional.
Una vez que terminan las elecciones generales, los electores se reúnen en diciembre para emitir formalmente sus votos para presidente y vicepresidente. Estos resultados se envían luego al Congreso, donde se cuentan oficialmente a principios de enero. Si ninguno de los candidatos obtiene la mayoría de los votos electorales, la responsabilidad de seleccionar al presidente pasa a la Cámara de Representantes, donde cada delegación estatal emite un solo voto.
El día de la toma de posesión, cuando el nuevo presidente asume el cargo, se produce el 20 de enero después de la elección. Este proceso ha sido la base de las elecciones presidenciales de Estados Unidos durante siglos, asegurando que tanto el voto popular como la representación estatal desempeñen un papel en la selección del líder de la nación.
Ganar la presidencia sin el voto popular: cinco veces en la historia de Estados Unidos
En 2016, Donald Trump ganó la presidencia al conseguir el Colegio Electoral a pesar de perder el voto popular frente a Hillary Clinton. Esta fue la quinta vez en la historia de Estados Unidos que un candidato se convirtió en presidente sin recibir la mayoría del voto popular. Los críticos sostienen que el Colegio Electoral está obsoleto y ha habido más de 700 intentos fallidos de reformarlo o abolirlo. Entre los casos anteriores se incluyen:
- 1824: John Quincy Adams (demócrata-republicano) contra Andrew Jackson (D)
- 1876: Rutherford B. Hayes (R) contra Samuel Tilden (D)
- 1888: Benjamin Harrison (R) contra Grover Cleveland (D)
- 2000: George W. Bush (R) contra Al Gore (D)
- 2016: Donald Trump (R) contra Hillary Clinton (D)
Trump obtiene la nominación republicana para 2024: un regreso a las políticas de «America first»
El 24 de agosto de 2024, en la Convención Nacional Republicana, Donald Trump se aseguró oficialmente la candidatura del Partido Republicano (GOP, por sus siglas en inglés) para las elecciones presidenciales de 2024, tras haber obtenido más de 1234 delegados, el mínimo necesario para conseguir la nominación. Su actuación dominante en las primarias republicanas le permitió superar fácilmente este umbral. Su campaña hizo hincapié en un retorno a las políticas de su administración anterior, incluido un enfoque en el crecimiento económico, la reforma migratoria y la política exterior.
Biden se retira de la carrera de 2024 tras dificultades en el debate, Kamala Harris asume el liderazgo
Joe Biden expresó sus intenciones de presentarse a la reelección con Kamala Harris como su compañera de candidatura. Sin embargo, anunció su decisión de retirarse de la carrera presidencial de 2024 el 21 de julio.
Después del primer debate presidencial de 2024 entre Joe Biden y Donald Trump el 27 de junio de 2024, Biden enfrentó críticas generalizadas por su desempeño. Los observadores notaron que a menudo parecía desorientado, daba respuestas poco claras y tenía problemas con su voz y sus estadísticas. Esto llevó a crecientes llamados de demócratas de alto rango y de los principales medios de comunicación para que se retirara de la carrera. Para el 19 de julio de 2024, más de 30 demócratas de alto rango habían instado a Biden a que dimitiera, lo que finalmente llevó a su retirada en julio de 2024.
Esta retirada hizo que las miradas se dirigieran hacia otros candidatos demócratas destacados para la nominación del partido, lo que en última instancia desplazó el foco de atención de la nominación demócrata a Kamala Harris, respaldada por el presidente Biden, para reemplazarlo como candidata demócrata.
Trump elige a JD Vance como compañero de candidatura para las elecciones de 2024
Donald Trump eligió al senador de Ohio JD Vance como su compañero de candidatura para la carrera presidencial de 2024. Vance, exmarine y autor de «Hillbilly Elegy», es conocido por sus fuertes vínculos con los votantes de clase trabajadora. Como senador de Estados Unidos, se ha centrado en cuestiones económicas, la reforma migratoria y la seguridad nacional. El mensaje populista de Vance complementa la plataforma de Trump, con el objetivo de ampliar su atractivo entre la base republicana de cara a las elecciones.
Kamala Harris elige a Tim Walz como compañero de candidatura para impulsar los resultados en el Medio Oeste
La vicepresidenta Kamala Harris eligió al gobernador de Minnesota, Tim Walz, como su compañero de candidatura para las elecciones presidenciales de 2024. Walz, un exeducador y veterano de la Guardia Nacional del Ejército, fue elegido por su liderazgo progresista y su capacidad para conectar con los votantes del Medio Oeste. Su experiencia en la Minnesota rural y en un gobierno dividido como gobernador lo ayudaron a ascender de un candidato relativamente desconocido a la elección de Harris. Esta selección estratégica tiene como objetivo fortalecer el atractivo de Harris en estados clave y posicionar a Walz como un jugador clave en la campaña contra Donald Trump.
Choque de visiones: Trump contra Harris en la carrera presidencial de 2024
Donald Trump, el 45.º presidente de Estados Unidos, se presenta a la reelección en 2024 como candidato republicano. Conocido por su enfoque poco convencional de la política, la plataforma de Trump se centra en el crecimiento económico, las políticas migratorias estrictas y el mantenimiento del dominio mundial de Estados Unidos. Busca volver al cargo centrándose en cuestiones como la seguridad fronteriza, la reducción de las regulaciones gubernamentales y la lucha contra la inflación. Su campaña también hace hincapié en las políticas de «America first» («Estados Unidos primero»), en especial en el comercio y las relaciones exteriores.
Kamala Harris, la actual vicepresidenta y candidata demócrata, aspira a convertirse en la primera mujer presidenta de Estados Unidos. Su plataforma se centra en la justicia social, la reforma sanitaria y el cambio climático. Harris aboga por el fortalecimiento de la clase media, la ampliación del acceso a la atención sanitaria y el abordaje de las desigualdades raciales y de género. Ex senadora y fiscal general de California, también defiende la reforma de la justicia penal, el derecho al voto y las políticas destinadas a abordar los efectos del cambio climático.
Harris domina el primer debate, Trump rechaza un segundo enfrentamiento a medida que se acercan las elecciones
En su primer debate presidencial, Kamala Harris y Donald Trump se enfrentaron en un acalorado intercambio de 90 minutos. Harris puso repetidamente a Trump a la defensiva, atacando el tamaño de su mitin, el motín del Capitolio y recordando los exfuncionarios que ahora lo critican. Estos ataques a menudo dejaron a Trump fuera de juego, centrándose más en defenderse que en discutir cuestiones clave. Harris logró dirigir la conversación a su favor en temas como la economía y el aborto, mientras que Trump tuvo dificultades para mantenerse centrado en el mensaje. Las encuestas y los mercados de apuestas indicaron que Kamala Harris superó a su oponente en el debate, lo que llevó a su campaña a presionar para un segundo enfrentamiento, lo que refleja confianza en su desempeño.
Sin embargo, el expresidente estadounidense Donald Trump anunció que no participaría en un segundo debate televisado antes de las elecciones presidenciales de noviembre porque era «demasiado tarde».
Posibles resultados: Trump vs. Harris
Según los analistas, una victoria de Trump en las elecciones de 2024 podría indicar un regreso a las políticas controvertidas de su primer mandato. Los críticos sostienen que su énfasis en los recortes de impuestos y la desregulación podría favorecer a las grandes corporaciones y a los ricos, lo que podría exacerbar la desigualdad de ingresos. El enfoque de Trump en impulsar la producción energética estadounidense, especialmente los combustibles fósiles, se considera un paso atrás en la lucha contra el cambio climático. En términos de inflación, los críticos de Trump temen que sus políticas puedan conducir a mayores déficits, lo que podría alimentar las presiones inflacionarias. Además, sus políticas comerciales confrontativas y su enfoque en la repatriación de puestos de trabajo podrían beneficiar inicialmente la creación de empleo en Estados Unidos, pero corren el riesgo de desestabilizar las relaciones comerciales y aumentar el costo de las importaciones. En el escenario mundial, los analistas sugieren que una presidencia de Trump podría tensar aún más las relaciones con aliados importantes y conducir a mayores tensiones con China, mientras que un dólar estadounidense fuerte podría perjudicar las exportaciones. Los precios del oro, que a menudo reaccionan a la incertidumbre geopolítica, podrían subir en respuesta a un entorno internacional más impredecible bajo el gobierno de Trump.
Por otra parte, los analistas predicen que una victoria de Harris continuaría muchas de las políticas de Biden, pero con una agenda progresista más fuerte. Sus planes para ampliar la atención médica, reducir la desigualdad de ingresos e implementar impuestos progresivos podrían enfrentar una oposición política significativa, lo que llevaría a un posible estancamiento legislativo. El enfoque de Harris hacia las inversiones en energía limpia e infraestructura podría impulsar la creación de empleo en sectores emergentes, pero los críticos se preocupan por el impacto en los sectores tradicionales, como los de los combustibles fósiles, que podrían sufrir pérdidas de empleos. En términos de inflación, su enfoque en los servicios sociales y el gasto público podría alimentar preocupaciones inflacionarias, aunque los partidarios argumentan que podría conducir a una estabilidad económica a largo plazo a través de la inversión en bienestar público. Los analistas advierten que con Harris, el dólar estadounidense podría debilitarse ligeramente, influenciado por el aumento del gasto público y un enfoque en la diplomacia internacional. Por el contrario, los precios del oro podrían estabilizarse o disminuir si las alianzas globales se fortalecen bajo su liderazgo, aliviando los temores del mercado. En el frente monetario, las políticas de Harris probablemente se alinearían con tipos de interés moderados continuos, aunque el aumento de la inflación podría impulsar subidas más agresivas en el futuro.
Elecciones 2024: una carrera muy reñida por la Casa Blanca
Sin un segundo debate presidencial previsto, las elecciones de 2024 están entrando en su recta final, dejando a las posibles «sorpresas de octubre» como los comodines restantes. Donald Trump ha ganado algo de terreno, especialmente en estados clave como Wisconsin, Michigan y Pensilvania. Las encuestas muestran que Trump lidera entre los hombres jóvenes, mientras que Kamala Harris tiene una ventaja más amplia entre las mujeres jóvenes. Como la carrera sigue siendo reñida, ambas campañas se están centrando en los datos demográficos críticos de los votantes, lo que convierte a esta en una de las elecciones más reñidas de la historia reciente.
Las encuestas en los estados clave sugieren una carrera muy disputada entre Donald Trump y Kamala Harris. Los estados clave (Pensilvania, Carolina del Norte, Georgia, Michigan, Arizona, Wisconsin y Nevada) tienen 93 votos electorales en total. Trump lidera por un estrecho margen en Georgia, Arizona y Carolina del Norte, mientras que Harris lleva la delantera en Michigan, Wisconsin y Nevada. Pensilvania sigue siendo excepcionalmente reñida. Si estos márgenes tan estrechos persisten, un ligero cambio podría determinar el resultado de la elección a favor de cualquiera de los candidatos.
Se espera que las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2024 sean una carrera muy ajustada. Las encuestas indican un estrecho margen entre los candidatos. Sin embargo, las encuestas siguen siendo una «ciencia inexacta», que captura una instantánea de las opiniones en un momento dado, y las preferencias de los votantes pueden cambiar a medida que surge nueva información durante la campaña. A medida que la carrera se acerca a su recta final, con muchos votantes ya decididos, las encuestas sugieren un resultado potencialmente muy ajustado, especialmente en los estados clave.
Conclusión
Las elecciones presidenciales de 2024 en Estados Unidos representan un momento crucial, con dos visiones distintas que configuran el futuro de la nación. Tanto Donald Trump como Kamala Harris ofrecen plataformas contrastantes, desde políticas económicas hasta reformas sociales. A medida que la carrera entra en su fase final, las encuestas muestran una competencia reñida en los estados clave, lo que hace que el resultado sea muy incierto. Sin un segundo debate planeado y aún con posibles sorpresas en el horizonte, ambos candidatos se están centrando en datos demográficos críticos de los votantes, lo que prepara el escenario para una de las elecciones más reñidas de la historia reciente. El resultado influirá significativamente en el panorama económico, social y político del país.